Por qué tu hijo te contradice
Hay varias razones:
Tu hijo quiere ser independiente y tomar decisiones propias. Una forma de demostrar esto y experimentar, es llevando la contraria. Esto no quiere decir que tu hijo se vuelva contra ti o tu pareja. Tal vez el niño es particularmente desafiante o tozudo con la persona que tiene más próxima. O quizá tu hijo se siente tratado injustamente, y te lleva la contraria para hacerte ver que actuaste erróneamente Tal vez no se siente bien en el grupo de niños de la escuela de música o simplemente no tiene ganas de ir, y así muestra sus protestas. A pesar de que es una carga para ti y tu pareja esta etapa del desarrollo pasará y vais a alegraros por ello.
Tu hijo puede estar en la fase de tozudez. Por lo general comienza a los dos años y dura hasta cuatro. En algunos niños aparece cuando empiezan la escuela. Aunque para ti y tu pareja es una fase difícil, es una etapa muy importante para vuestro hijo. Es una parte natural de su desarrollo: El niño descubre que tiene una voluntad propia. El niño no es grosero contigo. Por el contrario, aprende a comunicar su voluntad de ser independiente.
Incluso después de esta fase de tozudez el niño estará en desacuerdo contigo. Es su manera de mostrar su independencia. Sin embargo, todavía no es capaz de organizar su independencia de forma "razonable", por ejemplo en la pregunta de cuando ir a dormir. Para ello aún os necesita.
¿Cómo reaccionar cuando te contradice?
Mantén la calma: No dejes que te provoque. Que constantemente te contradiga puede alterarte los nervios. Respira hondo.
No castigues a tu hijo: Tu hijo está pasando por una progresión natural. Debe aprender a comunicar su voluntad y a defenderse. Para ello necesita tu ayuda. Con castigos no vas a conseguirlo.
Apóyale: Llevar la contraria es un modo de defenderse. Es importante para que aprenda. Comprueba tu comportamiento. ¿Quizá has reaccionado de forma exagerada?, ¿tu hijo puede estar en lo cierto, si te contradice? Debes reconocelo.
Aflojar está permitido: En algunas situaciones está permiotido hacer cientras concesiones. ¿De verdad que es tan problemático que el niño se columpie 5 minutos más? Además así le demuestras que tomas en serio sus necesidades, y aprende a confiar en ti.
Ayúdale a ser autónomo: Busca situaciones en las que puedas concederle lo que pide. Dile que te cuente lo qué quiere, muéstrale que quieres escuchar sus argumentos y que pueda decidir. Así le demuestras que tomas sus sentimientos en serio.
Explícale las reglas: Aunque a veces contradecir es positivo y con razón, todavía tiene que aprender a respetar las reglas. Así que deberías explicarle por qué no se contradice. Podrías ayudarte de un libro infantil sobre este tema.
Sé consecuente: Los niños a veces no entienden las órdenes lógicas, como por qué debe ponerse la capucha cuando llueve. Manténte coherente, sin la capucha o el gorro no puede ir a jugar.
Ofrézcele alternativas: En lugar de decirle a tu hijo dónde tiene que jugar, dale opciones y deja que decida por sí mismo. De este modo, evitarás el conflicto y apoyarás a tu hijo en su búsqueda de la independencia. Al elegir las opciones puedes evitar debates innecesarios, porque a lo mejor el niño quiere jugar al aire libre pero el tiempo no lo permite.
No te rías de él: Tu hijo se enoja y te responde con fuerza, enfadado. Aunque no es una broma, por su carita enojada te echarías a reír pero no lo hagas, de verdad que el pequeño está enfadado. Debes dominarte. Si no puedes aguantarte las de la habitación. Al reírte podrías herir a tu hijo si le parece que te estás riendo de él. En cualquier caso, no se sentirá tomado en serio y se enfadará más aún.
Habla con él: Incluso si el niño tiene sólo dos años, puede explicarte en un momento de tranquilidad, por qué te ha llevado la contraria. Podéis buscar soluciones juntos.
No permitas la insolencia: Quizá el niño no sólo te contradice, sino que reitera su oposición con insultos o agresividad. Mantén la calma, pero sigue decidida y explícale con claridad que no vas a tolerar tal comportamiento.
Controla tus nervios: Si el conflico está a punto de superarte, es mejor que salgas de la habitación. Antes de irte le debes explicar que tienes que slir porque su rabieta es demasiado. En espacios abiertos o en lugares públicos, como el supermercado, tienes que llevártelo lo más tranquilamente posible.
Mantén la confianza: Sobre todo si el niño hijo te contradice en público y responde desafiante, puede pasarte que consigas muchos "buenos" consejos de los espectadores. No te dejes provocar. Tú eres la madre y sabes mejor que nadie lo que es correcto para tu hijo. Algunas sugerencias son solo buenas intenciones, por lo que siempre debes responder con calma y amabilidad.
Está permitido ignorar: Si el niño se emperra en llevarte la contraria y no está abierto a discusión, entonces puedes, si lo ves es apropiado y útil, ignorar su comportamiento. No siempre funcionan las explicaciones largas.