lunes, 30 de junio de 2014

Alimentación saludable

Una buena nutrición y una dieta balanceada ayudan a que los niños crezcan saludables. No importa si su hijo es un niño pequeño o un adolescente, usted puede tomar las medidas necesarias para mejorar su nutrición y formar buenos hábitos alimenticios. Las cinco mejores estrategias son éstas:

Establecer un horario regular para las comidas en familia.
Servir una variedad de alimentos y refrigerios saludables.
Darle un buen ejemplo siguiendo una dieta nutritiva.
Evitar las peleas por la comida.
Involucrar a los niños en el proceso.
Sin embargo, no es fácil tomar estas medidas. Nuestros días están colmados de responsabilidades, y las comidas de preparación rápida están siempre a mano.

A continuación, algunas sugerencias para incorporar las cinco estrategias a su rutina.

Comidas en familia
Comer en familia es una costumbre agradable tanto para los padres como para los hijos. A los niños les agrada la previsibilidad de las comidas en familia, y los padres tienen la oportunidad de ponerse al día con sus hijos. Los niños que participan en comidas en familia con regularidad presentan estas características:

es más probable que coman frutas, vegetales y cereales
es menos probable que coman refrigerios poco saludables
es menos probable que fumen, usen marihuana o beban alcohol
Por otra parte, las comidas en familia ofrecen la oportunidad de presentarle al niño nuevos alimentos y de que usted dé el ejemplo llevando una dieta saludable.

Es posible que los adolescentes no se entusiasmen con la perspectiva de comer en familia; esto no es sorprendente porque están tratando de establecer su independencia. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que los adolescentes todavía desean los consejos y la opinión de sus padres, por lo cual la hora de la comida en familia debe usarse como una oportunidad para reconectarse. También puede probar con estas estrategias:

Permita que el adolescente invite a un amigo a comer.
Involucre al adolescente en la planificación de la comida y la preparación de los alimentos.
Haga que la hora de la comida sea un momento agradable y donde uno se sienta a gusto, sin discusiones o sermones.
¿Qué se considera una comida en familia? Cualquier momento en que la familia se reúna para comer; ya sean alimentos traídos de un restaurante o una cena completa preparada en casa. Esfuércese por servir alimentos nutritivos y por establecer un horario en el cual todos estén presentes. Quizá tengan que comer un poco más tarde porque uno de los niños está en una práctica deportiva. Tal vez tengan que fijar una hora especial los fines de semana, como un brunch los domingos, cuando todos pueden reunirse en familia.

Abastecerse de alimentos saludables
Los niños, en especial los más pequeños, comen sobre todo lo que está disponible en la casa. Por eso, es importante controlar las provisiones: los alimentos que sirve en las comidas y los que tiene a mano para refrigerios. Siga estas sugerencias básicas:

Incluya frutas y verduras en la rutina diaria, tratando de servir un mínimo de cinco porciones diarias. Asegúrese de servir frutas y verduras en todas las comidas.

Facilite que el niño elija refrigerios saludables, teniendo a mano frutas y verduras listas para comer. Otros refrigerios saludables son el yogur, los tallos de apio con mantequilla de maní o las galletas integrales con queso.

Sirva carnes desgrasadas y otras buenas fuentes de proteína, como el pescado, los huevos y las frutas secas.

Compre panes integrales y cereales, para que el niño ingiera más fibra.

Limite el consumo de la grasa, evitando las comidas fritas y cocinando los alimentos en el horno, en la parrilla o al vapor. Elija productos lácteos de bajo contenido graso o descremados.

Limite las comidas en restaurantes rápidos y los refrigerios poco nutritivos, como las papas fritas y los dulces. No los elimine por completo de su casa, pero ofrézcalos “de vez en cuando” para que el niño no se sienta privado por completo de ellos.

Limite las bebidas dulces, como las gaseosas y las bebidas con sabor a fruta. En cambio, sirva agua y leche descremada.
Cómo dar un buen ejemplo
La mejor manera de estimular al niño a comer de manera saludable es dando el ejemplo. Los niños imitan a los adultos que ven a diario. Si usted come frutas y verduras, y consume menos alimentos poco nutritivos, estará enviándole el mensaje correcto.

Otra manera de dar un buen ejemplo es limitando el tamaño de las porciones y evitando comer de más. Hable sobre el estar satisfecho, en especial con los niños pequeños. Diga algo como “esto está delicioso, pero estoy satisfecho y no voy a comer más”. De igual modo, los padres que siempre están a dieta o quejándose de sus cuerpos pueden fomentar estos mismos sentimientos negativos en los niños. Trate de mantener una actitud positiva en lo que se refiere a la comida.

No pelee por la comida
Es fácil convertir la comida en una fuente de conflicto. Los padres bien intencionados pueden encontrarse en una situación en la que negocian con los niños o los sobornan para que coman alimentos saludables. Una mejor estrategia es permitir que los niños tengan cierto control, pero también limitar los tipos de alimentos que tienen en la casa.

Los niños deben decidir si tienen hambre, qué desean comer de los alimentos que les sirven y cuándo se sienten satisfechos. Los padres controlan los alimentos disponibles para los niños, tanto a la hora de la comida como entre las comidas. A continuación, algunas pautas que puede seguir:

Establezca un horario para las comidas y los refrigerios. Está bien elegir no comer cuando tanto los padres como los niños saben a qué hora es la siguiente comida o refrigerio.

No obligue el niño a comer toda la comida en el plato. Eso les enseña a seguir comiendo aunque se sientan satisfechos.

No soborne o recompense a los niños con la comida. Evite usar el postre como recompensa por haber terminado la comida.

No use la comida como demostración de amor. Demuestre su amor abrazando a los niños, dedicándoles un tiempo o elogiándolos.
Involucre a los niños
A la mayoría de los niños les agrada participar en la selección de los alimentos que se sirven en las comidas. Converse con ellos sobre las diferentes opciones y la planificación de una comida equilibrada. Algunos niños quizá deseen ayudar en la compra y en la preparación de los alimentos. En el supermercado, enseñe a los niños a leer las etiquetas para que comiencen a aprender sobre los valores nutritivos.

En la cocina, asígnele a su hijo tareas apropiadas para su edad de modo de evitar que se lastime o se sienta abrumado. Al final de la cena, no se olvide de elogiar al cocinero.

Los almuerzos escolares también pueden servir de aprendizaje para los niños. Es más, si puede lograr que ellos comiencen a pensar en lo que van a almorzar, es probable que pueda ayudarlos a hacer cambios positivos. Sugiérales que digan qué tipos de alimentos les gustaría comer en el almuerzo o vayan juntos al supermercado para comprar alimentos saludables que puedan llevarse a la escuela.

Otra buena razón para involucrar a los niños es prepararlos de modo que tomen buenas decisiones en lo que respecta a los alimentos que comen. Eso no quiere decir que repentinamente su niño preferirá una ensalada a las papas fritas, pero los hábitos alimenticios que usted le ayude a formar en el presente pueden encaminarlo hacia decisiones más saludables por el resto de su vida.

miércoles, 25 de junio de 2014

Actividades infantiles para las vacaciones

Aprovechar las vacaciones para realizar actividades infantiles con los niños es muy beneficioso para ellos. Los niños pasan más tiempo en casa y eso puede representar un poco de inquietud para los padres que tendrán a su cargo la distracción de sus hijos. Llegarán llenos de energía, y con personalidades e intereses distintos y, por lo tanto, lo mejor es prepararnos.

Las actividades infantiles para las vacaciones aumentan la diversión, afianzan los progresos y desarrollan nuevas habilidades. Hemos preparado algunas sugerencias para que todos os paséis muy bien en estas vacaciones, pero ante todo, es necesario que no olvidéis de tres reglas básicas.

1. Desarrollo lúdico. Propón actividades con aire de juego.
2. Afán de superación. Alégrate con los logros, avances y mejoras de tu hijo.
3. Metas. Anímale a concluir objetivos y, cuando lo consigas, prémiale con una actividad especial cine, paseos, excursión, etc)

Desarrollo motriz del niño y bebé

- Natación: anima a tu hijo a nadar.
- Juegos que estimulen las habilidades motoras (bicicleta, pelotas, comba y cuerda)
- Dibujar (animales, cuentos, momento familiar y paisajes).
- Colorear con distintos tipos de pintura (lápiz de color, cera, témpera).
- Recortar y punzar (revistas, fotos, papel de seda, cartulina, rollos de papel higiénico).
- Modelar plastilina, masa de pan y arcilla.
- Montar en bicicleta sin los ruedines.
- Aprender a caminar en patines.
- Caminar, correr y saltar, por la playa y, campo
- Jugar al "Corro de la patata".
- Caminar en contacto con la naturaleza.

Actividades infantiles para el desarrollo intelectual del los niños y bebés

- Hablar mucho con los padres, amigos, familiares, vecinos, haciendo hincapié en: escuchar; esperar turno para intervenir; pedir por favor, saludar; pronunciar las palabras correctamente; formar frases bien estructuradas; relatar hechos e acontecimientos.
- Escuchar cuentos o historias.
- Escuchar música.
- Leer imágenes (para aumentar su vocabulario).
- Leer cuentos sencillos.
- Inventar, dibujar y escribir (poesías, cuentos, cartas a los amigos).
- Adornar folios usando variados materiales.
- Jugar a la "cadena" de palabras. Ejemplo: a un grupo de tres o más niños, uno dice una palabra, el siguiente dice la palabra del anterior y añade otra, etc. Va abandonando el juego el niño que no consiga añadir palabras nuevas.
- Jugar al ahorcado.
- Jugar al "Veo-Veo".
- Inventar frases de 3, 4, 5, o más palabras.
- Jugar a emparejar cartas o fichas.
- Jugar con los números.
- Jugar a parchís, la oca, las tres en raya, dominó, y a otros juegos de mesa.
- Montar un puzzle gigante entre todos de la familia
- Dormir mucho.
- ¡Ser y estar feliz!

Actividades infantiles para desarrollo social de los bebés y niños

- Mantener y cuidar el contacto de los niños con otros amigos o compañeros.
- Jugar con otros niños.
- Acercar a los niños a otros miembros de la familia con los que normalmente no tienen contacto.
- Conocer gente nueva y hacer nuevos amigos.

martes, 24 de junio de 2014

La importancia de los hábitos de higiene en los niños

Los niños y niñas deben aprender desde pequeños los hábitos básicos de higiene, pues además de evitar el contagio de enfermedades, los mismos ayudan a los niños en su proceso de inserción social entre sus pares.

¿CUÁNDO COMENZAR A ENSEÑARLES?
Muchas veces los adultos pensamos que los niños pequeños no entienden muchas cosas que les decimos, pues como no se expresan mucho, nosotros nos encargamos de dejar para más adelante las enseñanzas de ciertos hábitos, “porque no entienden todavía”. Pero es todo lo contrario, los pequeños entienden mucho más de lo que pueden expresar con palabras, por lo cual hay que introducirlo en los hábitos de higiene lo más pronto posible. En los niños pequeños las rutinas diarias como cambiarle el pañal, limpiarlo al comer, lavarle sus manitos y cara o bañarlo les hace aprender que son hábitos indispensables. Una de las formas de la enseñanza de hábitos es irle describiéndole al niño o niña según su nivel de desarrollo todos los beneficios que les aporte el aseo diario, como por ejemplo el bienestar al sentirse limpio, oler y verse bien. Para que todo esto no se convierta en un suplicio es importantísimo que se haga con buen humor, en forma distendida y relajada, lo que hará que el pequeño disfrute de estos momentos.

¿CÓMO ENSEÑAR ESTOS HÁBITOS?
Lo ideal es comenzar lo más temprano posible. Se puede colocar un banquito frente a la bacha para que el niño pueda subirse en él y asearse las manos, cara, cepillarse los dientes y sentirse más alto también será divertido. También se puede colocar un espejo a la altura del pequeño para que pueda peinarse. Hay que acostumbrar a los pequeños a lavarse las manos al regresar de la calle, luego de ir al baño, antes de comer y antes de ir a dormir. También acostumbrarlos a cepillarse los dientes y usar el hilo dental luego de las comidas y antes de dormir, evita las entrecomidas. El cepillado de dientes es algo que debe ser supervisado hasta que el niño pueda hacerlo bien solito. Está bueno que luego de bañarse se le permita jugar un rato con el agua, esto hará más divertido el momento del baño diario. En el caso de que se esté en la calle o de paseo, siempre es bueno llevar toallitas húmedas o desinfectante para que lo usen cuando no hay una canilla y jabón a mano. Incluso desde que es pequeño que tenga un producto sanitizante en gel en su mochila es un hábito que quedará para toda la vida. Y si el pequeño moja con sudor su ropa, es bueno enseñarle que tiene que cambiarse.

¿IMPORTA LO QUE LOS MAYORES HACEN?
El ejemplo de los mayores también ayuda muchísimo, pues los niños aprenden más por imitar a sus padres, no olvidemos que enseña más una actitud que mil palabras. Si nosotros le repetimos hasta el cansancio que al llegar de la calle, de la escuela, al tocar un animalito, pueden quedar bacterias en nuestras manos por lo cual hay que lavarse siempre las manos, y ellos ven que nosotros no lo hacemos, le estamos enviando un mensaje contradictorio. Es importante por supuesto, evitar la obsesión por la limpieza. Los niños necesitan jugar, ensuciarse, explorar y divertirse, y es normal que lo hagan y a veces ensucien su cuerpo. Pero tendrán incorporado que luego de todo esto, hay que higienizarse y quedar limpitos. Los hábitos de higiene deben crearse a diario y manifestarse en cada aspecto de la vida cotidiana. En este caso los padres deben armarse de paciencia porque los resultados de su trabajo no se verán de inmediato, sino a largo plazo. Lo ideal es que las instrucciones que reciban los niños sean lo más simples posible. Y como ya dijimos, el ejemplo es la mejor manera de enseñar, todos en casa deben seguir los mismos hábitos de higiene y limpieza

lunes, 23 de junio de 2014

La importancia del juego en los niños

El juego constituye un elemento básico en la vida de un niño, que además de divertido resulta necesario para su desarrollo. Pero ¿por qué es importante y qué les aporta? Los niños necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus capacidades, el juego es importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños puesto que aprenden a conocer la vida jugando.
Los niños tienen necesitan hacer las cosas una y otra vez antes de aprenderlas por lo que los juegos tienen carácter formativo al hacerlos enfrentar una y otra vez, situaciones las cuales podrán dominarlas o adaptarse a ellas. A través del juego los niños buscan, exploran, prueban y descubren el mundo por sí mismos, siendo un instrumento eficaz para la educación.
El juego desarrolla diferentes capacidades en el niño
El juego es un ejercicio que realiza el niño para desarrollar diferentes capacidades:
Físicas: para jugar los niños se mueven, ejercitándose casi sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su coordinación psicomotriz y la motricidad gruesa y fina; además de ser saludable para todo su cuerpo, músculos, huesos, pulmones, corazón, etc., por el ejercicio que realizan, además de permitirles dormir bien durante la noche.
Desarrollo sensorial y mental: mediante la discriminación de formas, tamaños, colores, texturas, etc.
Afectivas: al experimentar emociones como sorpresa, expectación o alegría; y también como solución de conflictos emocionales al satisfacer sus necesidades y deseos que en la vida real no podrán darse ayudándolos a enfrentar situaciones cotidianas.
Creatividad e imaginación: el juego las despierta y las desarrolla.
Forma hábitos de cooperación, para poder jugar se necesita de un compañero.
El juego hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo, los límites de él y su entorno.
Los niños deben disfrutar de sus juegos y recreaciones y deben ser orientados hacia fines educativos para así conseguir el máximo beneficio.
En un inicio, los niños sólo se desenvuelven por la percepción inmediata de la situación, hacen lo primero que se les viene a la mente, pero este tipo de acción tiene sus límites sobre todo cuando hay problemas; mediante el juego el niño aprende a desenvolverse en el ambiente mental, utilizando el pensamiento para ir más allá del mundo externo concreto, logrando guiar su conducta por el significado de la situación obligándolo y motivándolo a desarrollar estrategias para la solución de sus problemas.
Por ejemplo, cuando el niño quiera hacer que su torre de bloques pueda ser más alta, utilizará su pensamiento para descubrir que debe colocar los bloques más grandes en la base, o hacer una base con varios bloques pequeños y conseguir hacer una torre más alta que si lo hiciera apilando un bloque tras otro.
El juego y la edad del niño
A partir de los dos años de edad, el niño comienza una nueva etapa de juego utilizando su experiencia anterior para conseguir nuevos aprendizajes más elaborados debido a que la naturaleza de sus juegos cambiará porque está desarrollando su capacidad para pensar el sus nuevos descubrimientos, comienza a comunicarse fluidamente, amplia su vocabulario y cuenta con un mejor dominio de su cuerpo (motricidad gruesa y fina), haciendo que busque nuevas experiencias, compañeros de juego para desenvolver su imaginación participando más en el mundo de los adultos.
La etapa escolar significa otro escalón en el progreso de sus juegos, ahora juegan en el colegio y al llegar a casa siguen jugando y poniendo en práctica lo que han vivido y aprendido en el colegio, imitando la realidad, representando por medio del juego simbólico todo lo que han vivido o quieren vivir, permitiéndoles exteriorizar sus emociones: alegrías, sentimientos, momentos difíciles, frustraciones, etc

Fuente: http://www.hacerfamilia.com/educacion/noticia-importancia-juego-desarrollo-nino-20130516073341.html

viernes, 20 de junio de 2014

El cuidado de los niños pequeños

Cada vez con más frecuencia, los investigadores nos dicen que el desarrollo sano de nuestros hijos depende de las experiencias seguras y positivas que tengan en los primeros años de vida. Si usted es un padre o una madre que trabaja durante estos primeros años, una de las decisiones más importantes que tomará para su hijo es escoger un buen lugar para el cuidado de niños. No sólo le sirve para conservar su empleo, sino también para que su hijo crezca sano y feliz. Aprenda cómo navegar este decisión difícil con estos recursos en línea.

miércoles, 18 de junio de 2014

Crecimiento y desarrollo ll

El crecimiento y el desarrollo de un niño se pueden dividir en cuatro períodos:

La lactancia
Los años preescolares
La etapa media de la niñez
La adolescencia

Inmediatamente después del nacimiento, un bebé pierde normalmente del 5 al 10% de su peso al nacer. Sin embargo, a las dos semanas de edad, el bebé debe empezar a tener un crecimiento y aumento de peso rápidos.
De los cuatro a los seis meses de edad, un bebé debe tener el doble del peso que tenía al nacer. Durante la segunda mitad del primer año de vida, el crecimiento no es tan rápido. Entre las edades de 1 a 2 años, un niño que empieza a caminar sólo aumentará aproximadamente 2,2 kg (5 libras). De los 2 a los 5 años, el aumento de peso permanece en una tasa de aproximadamente 5 libras por año.
Entre los 2 y los 10 años, el niño continuará creciendo a un ritmo constante. Luego se inicia un aumento repentino en el crecimiento con la llegada de la pubertad, en algún momento entre los 9 y los 15 años.

Las necesidades de nutrientes de un niño van de acuerdo con estos cambios en proporciones de crecimiento, lo cual quiere decir que un bebé necesita más calorías en relación con su talla de las que necesitaría un preescolar o un niño en edad escolar. Las necesidades de nutrientes se incrementan de nuevo, a medida que los jóvenes se aproximan a la adolescencia.
Generalmente, un niño sano seguirá una curva de crecimiento individual, aunque la ingesta de nutrientes puede ser diferente para cada niño. Los padres y tutores deben proporcionarle al niño una dieta apropiada para su edad y deben ofrecerle una amplia variedad de alimentos para garantizar que esté recibiendo suficiente nutrición.

Los hábitos alimentarios saludables deben comenzar durante la lactancia para prevenir enfermedades tales como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la obesidad infantil.

EL DESARROLLO INTELECTUAL Y LA DIETA:
La desnutrición puede causar problemas serios con el desarrollo intelectual en los niños. Un niño con una alimentación deficiente puede experimentar fatiga y no ser capaz de participar totalmente del aprendizaje en la escuela. Además, la desnutrición puede hacer que el niño tenga mayor probabilidad de resultar enfermo y ausentarse de la escuela.
Los niños que no reciben una nutrición suficiente tienen patrones de crecimiento deficientes y un bajo rendimiento escolar. Obtener suficiente cantidad de una buena variedad de opciones alimentarias es importante para el desarrollo intelectual de un niño. El desayuno tiene una particular importancia, porque los niños pueden sentirse fatigados o soñolientos y desmotivados cuando el desayuno es muy pequeño o cuando no desayunan nada.

miércoles, 11 de junio de 2014

Las principales vacunas en los niños

¿Qué son las vacunas?

Las vacunas son sustancias que se introducen en el organismo en varios periodos de la vida del niño y que hacen que el cuerpo fabrique anticuerpos o defensas que evitan la enfermedad.

La mayoría de las vacunas necesitan varias dosis para lograr una cantidad significativa de defensas.

Difteria, tétanos y tos ferina (DTPa)

Estas tres enfermedades son producidas por bacterias que se contagian mediante las secreciones de las vías respiratorias de las personas infectadas en el caso de la difteria y la tos ferina y por heridas infectadas en el caso del tétanos.

La difteria produce unas membranas en la garganta que dan graves problemas para respirar y puede afectar también al corazón, siendo mortal en algunos casos.

La tos ferina produce una tos muy intensa y, en algunos casos, alteraciones neurológicas.

La vacuna DTPa es muy eficaz y segura para prevenir estas enfermedades.

Se vacuna a los niños de 2,4, y 6 meses y se les pone dosis de recuerdo a los 18 meses y 5-6 años. Con estas dosis la persona no está protegida para toda la vida, por lo que a los 14 años se pone la última dosis de difteria y tétanos y se debe poner cada 10 años durante la vida adulta.

Los efectos secundarios más frecuentes son la calor, enrojecimiento y dolor en la zona del pinchazo. En casos muy aislados puede originar convulsiones, llanto inconsolable y fiebre.

Las consecuencias de no vacunar al niño por miedo a los efectos secundarios suponen asumir un riesgo muy alto de que enfermen por estas infecciones y supone efectos indeseables más graves (incluso mortales) que los que suceden con la vacunación.

Polio

El virus de la polio (poliomielitis) causa parálisis que puede incapacitar permanentemente al individuo o causarle la muerte. Este virus se transmite a través de las deposiciones de las personas infectadas. Como secuelas pueden originar parálisis de las extremidades y problemas respiratorios. En los países desarrollados la poliomielitis está erradicada.

En España se ponen 5 dosis de vacuna contra la polio: a los 2, 4, 6 y 18 meses y un último recuerdo a los 4-6 años.

Hepatitis B

La hepatitis es una infección e inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis B. La infección aguda del virus causa pérdida del apetito, dolor de barriga, ictericia y vómitos. El mayor problema de la hepatitis no es la fase aguda sino los problemas que pueden producirse con el tiempo, cuando se produce una hepatitis crónica que puede causar cirrosis, cáncer de hígado y muerte.

El contagio se produce a través del contacto con sangre y otros líquidos corporales de una persona infectada. En el caso de los niños la transmisión puede ser durante el embarazo.

La pauta de vacunación en el niño sano se realiza a los 2,4 y 6 meses.

Haemophilus influenzae (Hib)

Es una bacteria que produce infecciones graves en el niño menor de 5 años como epiglotitis, otitis, meningitis o neumonía. La bacteria entra por la boca e infecta al niño. Las infecciones que produce pueden dejar graves secuelas en el niño.

La vacunación consiste en cuatro dosis: 2,4 y 6 meses y una dosis de recuerdo a los 18 meses.

Se administra conjuntamente con las vacunas: difteria, tétanos, tos ferina y polio. También se puede dar junto a la vacuna de la Hepatitis B y la combinación de estas seis vacunas forman lo que se llaman las vacunas hexavalentes. Este tipo de vacunas son tan eficaces y seguras como ponerlas por separado, con la ventaja de que tan solo es necesario un pinchazo.

Meningococo Grupo C

El meningococo es una bacteria que puede causar infecciones muy graves en niños y adultos: meningitis y sepsis. La bacteria entra por la boca o la nariz y de ahí infecta al individuo. La vacunación es muy segura y eficaz.

La vacuna es una vacuna conjugada (MCC) que se compone de una parte del meningogoco C. Se deben poner tres dosis: a los 2,4 y 6 meses. La vacuna se administra combinada con otras vacunas. Se aconseja vacunar a todos los jóvenes menores de 20 años (en los mayores de 11 meses no vacunados con anterioridad tan solo es necesaria una dosis).

Sarampión, Rubeola y Parotiditis: vacuna Triple Vírica

Son infecciones víricas que afectan principalmente a la población infantil. Las tres se contagian por vía aérea con secreciones que se expulsan al toser o hablar.

El sarampión produce un cuadro febril y un exantema por todo el cuerpo y tos. En ocasiones se puede complicar produciendo neumonía y encefalitis (infección del sistema nervioso central).

La rubeola produce un cuadro leve de fiebre y exantema y se puede acompañar de adenopatías (ganglios) en el cuello. La gravedad de esta enfermedad radica en que si se contagia una mujer embarazada el feto puede padecer graves malformaciones.

La parotiditis inflama las parótidas (glándulas que producen la saliva) y causa un dolor muy intenso. Puede complicarse con una meningitis.

La vacuna contra estos tres virus es la Triple Vírica. La primera dosis se pone entre los 12 y 15 meses y la segunda entre los 3 y 6 años.

Como efecto secundario más frecuente es la aparición de fiebre a la semana de la vacunación.

Neumococo

Es una bacteria que puede producir neumonía, meningitis, otitis o sepsis, sobretodo en menores de 5 años. El neumococo se encuentra habitualmente en la nariz y garganta de niños y adultos sanos y por causa desconocida infecta.

La vacuna es una vacuna conjugada de varios serotipos de neumococo (los más agresivos) y se debe administrar a los 2,4 y 6 meses y una cuarta dosis de recuerdo entre los 18 y 24 meses.

Varicela

Es una infección producida por el virus varicela-zóster y el 90% de los niños la pasan antes de los 15 años. Normalmente es una enfermedad leve aunque en ocasiones se puede complicar originando infección del sistema nervioso central y neumonía.

La varicela consiste en la aparición de vesículas que pican mucho y por toda la superficie corporal. Puede aparecer fiebre.

La vacuna se administra entre los 12 y 15 meses. Si se vacuna a los mayores de 13 años son necesarias dos dosis separadas por 6-8 semanas.

Los efectos secundarios de la vacuna pueden dar lugar a una varicela suave. La incidencia de Herpes Zóster es la misma que tras la infección natural.

Fuente: http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/prevencion-infantil-principales-vacunas.shtml

Como favorecer el crecimiento acti

El ser humano es un ser activo por naturaleza, por ello, la actividad física es clave para el desarrollo adecuado de los peques. Hoy te damos algunos consejos para favorecer el crecimiento activo en los niños y mejorar su salud actual y futura de los mismos.

¿Cuánta actividad diaria?

Las recomendaciones de actividad física según edades de la Organización Mundial de la Salud indica que a partir de los 5 años y en adelante, lo aconsejable son unos 60 minutos diarios de actividad moderada a vigorosa.
No obstante, un reciente estudio realizado con 600 niños canadienses indica que es suficiente con 7 minutos de ejercicio intenso cada día, es decir, que con sólo 7 minutos que corran o salten alcanza para mejorar el estado de forma de los pequeños.

De igual manera, los peques deben tener una actitud activa, y somos los adultos quienes si queremos favorecer el crecimiento activo de los niños debemos fomentarla intentando alejarlos de la televisión y el sillón, así como acercándolos a juegos que impliquen movimiento o paseos familiares que involucren actividad, de esta forma, sin duda la dosis de actividad diaria quedará cubierta.

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Consejos para fomentar un crecimiento activo

Hay muchas cosas que como adultos podemos hacer para que los niños crezcan en movimiento entre ellas, podemos incentivar a los niños a ser activos mediante actividades familiares, por ejemplo: salir a pedalear en bici, pasear el perro, jugar en un parque o bailar con los peques en casa.

En los más niñitos, menores de 3 años de edad, podemos proponer bailar al ritmo de la música, imitar movimientos de animales o que nosotros los adultos proponemos, también podemos proponer jugar con burbujas de jabón, pero siempre conservando la participación de todos.

El juego es de gran importancia para que los niños se muevan, pero sólo es apto para peques de más de 3 años de edad. Con ellos podemos organizar juegos con pelotas, con gomas elásticas, con cuerdas o incluso con palas. Algunos juegos que podemos incentivar son: la rayuela, las palas, la búsqueda del tesoro, saltar a la comba, el escondite, entre otros.

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Ya en edad escolar podemos incentivar juegos competitivos e incluso, iniciarlos en deportes, en donde nosotros también podemos acompañar o ellos sólos intentan socializar con pares. Es aquí donde puede iniciarse la práctica de fútbol, tenis, voleibol entre otros.

Siempre nosotros podemos favorecer un crecimiento activo en los niños dando el ejemplo e involucrándonos en actividades que ellos pueden realizar, de manera de tener un incentivo extra para moverse: estar junto a los adultos más cercanos, sus seres queridos.

Y algo fundamental, no prohibir la tele ni el ordenador, simplemente restarle importancia y fomentar otro tipo de actividades, claro está que si nosotros los adultos a quienes los peques intentan imitar salimos de casa con una pelota, ellos no se quedarán sentados frente al ordenador solos, sino que escogerán nuestra compañía y el movimiento juntos.

Fuente:
http://m.vitonica.com/wellness/como-favorecer-el-crecimiento-activo-en-los-ninos

martes, 10 de junio de 2014

El juego libre

Uno de los mayores tesoros que tiene la infancia es el juego libre. El niño tiene la capacidad de explorar, aprender y desarrollarse motivado por su propia curiosidad e inquietudes, sin necesidad de ser guiado por un adulto.

Los beneficios del juego libre son numerosos. Entre ellos, se ha sabido que las personas que tuvieron tiempo libre para jugar de forma no estructurada de niños, se convierten en adultos con una mayor autoestima y capacidad de adaptación.

Un equipo de psicólogos de la Universidad de Hildesheim, Alemania, realizó una encuesta a 134 personas, a quienes se les preguntó por ciertas experiencias sobre su infancia, así como circunstancias de su vida social siendo adultos.

Además, pruebas adicionales midieron su capacidad para ser flexibles ante los reveses de la vida, y su nivel general de autoestima.

Los investigadores hallaron una correlación positiva significativa entre haber tenido tiempo suficiente para jugar libremente en la infancia y el éxito social del adulto.

Observaron que las personas que habían tenido tiempo libre para jugar de niños eran personas más flexibles y adaptables a las circunstancias.

En los tiempos que vivimos parece impensable hacer algo que no esté pautado, especialmente cuando se trata de niños, que los consideramos una especie de robots que deben hacer lo que los adultos decimos, cuándo y cómo lo creemos.

Dejemos tiempo libre a nuestros hijos, permitamos que jueguen en libertad, experimentando por sí mismo en la aventura del aprendizaje

Los ojos de tus hijos son muy vulnerables protegelos

Protege los ojos de tus hijos: son muy vulnerables a las radiaciones solares
Por fin parece que llega el buen tiempo para quedarse por estos lares (o más bien el sol y el calor a raudales) y aunque las cremas solares ya vayan saliendo del cajón, ¿qué pasa con las gafas de sol para los pequeños? Porque los ojos de los niños son muy sensibles a las radiaciones solares y conviene protegerlos.

El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia ha advertido que los ojos de los niños son más vulnerables que los de los adultos a los efectos nocivos de la radiación solar. Y ahora que los peques pasan más tiempo al aire libre, vamos a la playa, a la piscina... están mucho más expuestos a esos efectos perniciosos.
Las consecuencias de una exposición solar prolongada durante la infancia pueden ser graves, y más cuanto menor es el niño. Antes del primer año de vida, el cristalino, que ejerce de filtro, deja pasar a la retina el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB. A estas edades es difícil ponerles gafitas de sol, por eso hay que recurrir a otros el elementos de protección (tolditos, gorras... y buscar la sombra).

Otras razones que hacen que los ojos de los bebés sean más vulnerables es que su pupila permanece más dilatada y que la pigmentación del ojo, que se va oscureciendo con el tiempo y protege de las radiaciones, no está completa. Los niños de ojos claros están más expuestos.

Las gafas de sol protegen los ojos de los niños, pero no cualquier gafa de sol. Porque las lentes de las gafas de sol "de juguete" no bloquean la radiación ultravioleta. Lo más recomendable para obtener un 100% de protección es comprar una gafas homologadas de óptica, con el asesoramiento profesional y la marca de CE.

Además, junto a las gafas de sol hemos de tener en cuenta otros elementos de protección ocular como sombreros, viseras y gorras, sombrillas... Especialmente importantes si van a estar mucho tiempo al aire libre, en excursiones, los días de campo o playa...

En cualquier caso, os recordamos los consejos para comprar gafas de sol infantiles, para que sean verdaderamente efectivas y cumplan con los requisitos de protección.

Protección de los ojos de los niños

Consecuencias de la radiación solar excesiva en los ojos

Las radiaciones excesivas recibidos en los ojos de los pequeños pueden tener consecuencias a corto y largo plazo. Entre los daños que surgen a corto plazo destacan las queratitis o quemaduras solares de la córnea. Los niños tienen síntomas de dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos.

A largo plazo el daño puede ser más grave y producirse alteraciones corneales, lesiones degenerativas o quemaduras agudas en la retina, que afecten a la visión permanentemente. Hay estudios que relacionan la radiación solar durante la infancia con la aparición patologías en la edad adulta como las cataratas, primera causa de ceguera reversible en el mundo.

Otras enfermedades relacionadas son la degeneración macular asociada a la edad (causa de ceguera irreversible en mayores de 65 años) o un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que produce irritación ocular y sensación de cuerpo extraño y puede disminuir la capacidad visual...

En definitiva, hemos de recordar que las gafas de sol para niños previenen enfermedades oculares y por ello hemos de estar atentos a protegerlos, ya que los ojos de los niños son muy sensibles a las radiaciones solares y pueden sufrir daños.

Fuente: http://m.bebesymas.com/salud-infantil/protege-los-ojos-de-tus-hijos-son-muy-vulnerables-a-las-radiaciones-solares

lunes, 9 de junio de 2014

Algunas recomendaciones

Recoger juguetes y ordenar el cuarto

Dentro de la cotidianidad de un hogar realizar esta actividad con el niño fortalece la regulación y la organización mental que le van a servir para llevar a cabo diferentes desafíos en la vida.

Hacer deporte

Jugar en familia es una rutina saludable porque además de estimular la planeación motora y generar habilidades, refuerza los vínculos afectivos y promueve la sana competencia, y evita llevar una vida sedentaria que derive en obesidad.

Realizar las tareas

Genera una estimulación cerebral de las habilidades de aprendizaje, también aporta disciplina, promueve la atención y ayuda a su desarrollo cognitivo, captando estímulos que registran y crean experiencias que sirven de aprendizaje.

Una alimentación saludable

Una alimentación adecuada debe tenerse en cuenta desde el momento del nacimiento. A través de la leche materna el recién nacido recibe la mejor y más completa alternativa nutricional, ya que con su contenido se cubren todos los requerimientos nutricionales del lactante en pleno crecimiento y desarrollo. Pasados los primeros meses de vida, el objetivo de la alimentación de un niño de 1 a 3 años es favorecer el crecimiento y desarrollo del niño.

Crecimiento y desarrollo

La creatividad de un niño requiere de estímulo, para que se desarrolle al máximo, debemos invitarlos a explorar el mundo que lo rodea, a buscar soluciones de los problemas más frecuentes, a poner en práctica sus ideas y decisiones, pero sobre todo para que los niños tengan un buen crecimiento y desarrollo necesitan que se les alabe, que se les respete y se les reconozcan sus logros y esfuerzos.
El crecimiento y desarrollo infantil es también responsabilidad de los padres y de su pediatra, quienes deben tomar en cuenta que estos dos procesos se encuentran ligados y que son parte de las etapas de evolución del ser humano y que se facilitará su proceso a base del conocimiento, de la experiencia y del cariño.

viernes, 6 de junio de 2014

INFORMACIÓN

                                                        
Hola bloggers es para informarles que suspenderé las publicaciones hasta la primera semana de julio por motivos de vacaciones. Nos volveremos a ver y a mostrar mas consejos para la salud y la recreación en los niños.